Los indígenas de la Nueva Era recuperarán su conexión con el medio silvestre mediterráneo aplicando de forma creativa su función ecológica.
Tenemos la deuda de reparar los daños producidos. El hombre ha llegado a su estado más material, ya no vibra como al principio de los tiempos; a tocado fondo.
Pero como todo lo que empieza termina todo lo que termina también torna a empezar. Volveremos a ver la luz, es ley de vida y como tal, ¡PREPARAOS PARA VIBRAR CON EL INFINITO AMOR INCONDICIONAL!.
Siglo XXI, poseemos tecnología, técnica y ciencia, toca aprender a meditar, conectar e intercambiar con nuestro medio natural. Somos parte de un ciclo ecológico que no podemos acelerar ni transformar artificialmente con una energía superior a la de su propio flujo, simplemente hemos de dejarlo circular. Favoreceremos la sucesión natural diseñando la interacción entre los diferentes elementos del ecosistema (orgánicos e inorgánicos) y permitiendo su máxima funcionalidad ecológica.